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Somos Arhuaco: Un pueblo milenario que habita en la Sierra Nevada de Santa Marta

Arawak es una denominación de una familia lingüística que los “académicos” usan en sus estudios; no tiene nada que ver con nosotros los Arhuacos de la Sierra Nevada.

Este término ijku o ijka es resultado de la incapacidad de escuchar y entender la palabra ahuaca ikü que solo tiene dos significados:
ikü = gente,
ikü = Indígena
(ü es para representar una sexta vocal).

Bíntukua que en sonido y escritura está mal debe haber derivado de la palabra arhuaca Wíntukwa, la cual denomina a un grupo de nuestra tribu.

Businka es un lugar físico y espiritual.

Busintana es una casta, solo un linaje, un “apellido”…

Son palabras mal escritas. Si se refieren a nosotros lo correcto es Arhuaco.

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"La historia de los indígenas ijka,
se remonta a la época de la
conquista
cuando la incursión
española en el
territorio diezmó
a los llamados
indígenas Tairona.
Una vez culminadas las campañas de
pacificación de las provincias
indígenas
que habitaban el
territorio de La Sierra,
la
precaria situación de Santa Marta
durante
 el período colonial,
permitió a los
sobrevivientes un
relativo aislamiento
territorial
que propició su proceso de
reconstitución étnica.
Los indígenas adoptaron nuevos 
patrones de subsistencia y
residencia en función de su
ubicación en zonas mucho más
pendientes que las ocupadas por
los españoles años atrás".

En otras palabras: los conquistadores agarraron al Pueblo Tayrona, y de éste sacaron cuatro pueblos nuevos: Arhuaco, Kogui, Wiwa y kankwamo. Un verdadero acto de multiplicación de pueblos indígenas.

El Ser Arhuaco, como indígena o Humano, lo concebimos ligado, en su origen y evolución, con las dinámicas propias de la naturaleza y con las leyes que posibilitan la existencia en equilibrio, orden y armonía del Universo.

Estas leyes las  asumimos como una misión fundamental para nuestra cultura y nuestros individuos. Así, el propósito de nuestra existencia es un Deber, que es la de mantener el Equilibrio Universal.

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